La partición de la herencia es un proceso regulado por los artículos 1051 a 1087 del Código Civil, que comprende tanto la disolución de la comunidad hereditaria como su liquidación, así como la concreta adjudicación material de los derechos adquiridos por los herederos.
Este proceso asegura que cada heredero reciba la parte correspondiente según lo dispuesto en el testamento o, en su defecto, conforme a las leyes de sucesión aplicables.