Un despido es una decisión unilateral por parte de un empleador de terminar la relación laboral que le une al empleado. Es algo habitual en las empresas como lo puede ser, por ejemplo, la contratación.
Según la naturaleza de la decisión, puede ser causal o no serlo; dependiendo de si existe alguna razón (objetiva o subjetiva) que lleve al empresario a tomar esa decisión; o es una decisión que depende de la mera voluntad del empresario. Hay que tener en cuenta que la legislación laboral española sólo contempla el despido por alguna causa.
Dicho lo anterior, desde el punto de vista legal, los despidos pueden ser procedentes, improcedentes o nulos.
Los despidos conllevan una indemnización al trabajador cuyo contrato se ve anulado. Los despidos procedentes (causales) tienen una indemnización menor que los improcedentes (no existe causa objetiva ni subjetiva).
Los despidos nulos están prohibidos y no pueden realizarse.
El empresario puede despedir (a no ser que el despido sea declarado nulo) siempre y cuando asuma las consecuencias.